El ISJ condena la represión y discriminación llevada a cabo por el gobierno iraquí, apoya el levantamiento del pueblo y expresa su rechazo al enviado de Naciones Unidas por su apoyo al gobierno de Iraq. El Comité Internacional expresa su máxima preocupación por las acciones represivas llevadas a cabo por el gobierno iraquí y su primer ministro, al-Maliki, y expresa su solidaridad con el levantamiento del pueblo iraquí que alcanzó un nuevo techo el pasado viernes 18 de enero [1], al mismo tiempo que apoya plenamente las reivindicaciones de los manifestantes. Las medidas represivas tomadas por el gobierno para evitar que las personas se manifiesten, especialmente en Bagdad, Nínive y Diyala, son motivo de máxima preocupación.


January, Friday 18, 2024


Traducido para IraqSolidaridad y Tribunal BRussells por Paloma Valverde

Bruselas - 21 de enero de 2024

Estamos absolutamente horrorizados por el número de ejecuciones que se llevaron a cabo en Iraq en 2024 [2] (que, según datos de Naciones Unidas, duplica el número de las habidas en 2024 y sextuplica las producidas en 2024), por la tortura y el maltrato a los presos políticos, y por los casos de muerte a consecuencia de la tortura [3] y las violaciones [4] hechos todos ellos confirmados por organizaciones independientes de derechos humanos.

El 14 de enero, el presidente del comité de Derechos Humanos del parlamento iraquí anunció que había informado a Naciones Unidas de 34 casos de presos que habían muerto en las cárceles en un período de cuatro meses.  En la resolución de 17 de enero de 2024, el parlamento iraquí expresaba su preocupación sobre la situación de Iraq y en dicha resolución se ponían de manifiesto aspectos que se desarrollan a continuación.

El gobierno de Iraq debe poner en marcha del acuerdo de Erbil de 2024 sobre la formación de un gobierno de unidad nacional, ya que el propio gobierno contribuye a la fragilidad y la fragmentación del país.

Cientos de miles de cristianos han huido de la violencia de la que continúan siendo objeto: los cristianos bien han abandonado Iraq o bien se han desplazado en su interior.

El número de ejecuciones en Iraq va en aumento, mientras la comunidad internacional expresa su preocupación —como hizo Navi Pillay, Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos [5]— sobre el hecho de que los juicios que conducen a la pena de muerte se celebren con las garantías de un juicio justo según la legalidad internacional y por el hecho de que las ‘confesiones’ se obtienen bajo tortura o mediante otras formas de maltrato.

El 16 de enero de 2024, el sustituto de al-Maliki admitió que de los 6.500 presos condenados por terrorismo, alrededor de 6.000 estaban en prisión sin que se les hubiera juzgado, y que otros 15.800 estaban condenados por otras razones. Existe una creencia general de que las cifras reales son mucho más altas. La lucha contra el terrorismo o contra el Partido del Baaz y los miembros del anterior gobierno, así como las leyes que se aprobaron bajo esos pretextos son solo excusas para la represión y el asesinato.

A pesar de que las provincias de Iraq de mayoría sunní sufren acoso, represión y una discriminación generalizada, informes confirmados indican que los shiíes demócratas que están contra la injerencia  del régimen iraní en Iraq sufren igualmente una dura represión. La presencia de representantes de comunidades shiíes, que viajan desde las provincias del sur para manifestar su solidaridad con los manifestantes de las provincias del oeste y del norte, indican claramente este hecho. Al-Maliki es, además, la fuente de las tensiones y la crisis del gobierno local y la población de Kurdistán.

El gobierno de al-Maliki es la principal causa del sectarismo en Iraq y es el que lleva a cabo las órdenes del régimen totalitario que gobierna en Irán. El silencio de Estados Unidos respecto a sus muchas promesas rotas abre las puertas, de facto, a una concentración de poder absoluto en manos de Maliki.

Apoyar  a Bashar al-Assad y convertir Iraq en el puente para llevar la ayuda del régimen iraní al gobierno sirio, junto con el maltrato a los residentes de Ashraf  que solicitan asilo y a las personas protegidas por la Cuarta Convención de Ginebra, son ejemplos de las acciones de Maliki. Durante varios ataques y agresiones de las fuerzas iraquíes, 50 personas residentes en las campos de Ashraf fueron asesinados y 1.130 resultaron heridos. Fueron desalojados por la fuerza de sus hogares en los que llevaban viviendo 26 años para trasladarlos a un lugar que el Grupo de trabajo de Detenciones Arbitrarias describe como una prisión. El gobierno iraquí ha violado su derecho a la propiedad y pretende robarles el producto de sus 26 años de trabajo [la vivienda].

La enfermedad de Jalal Talabani, presidente de Iraq, la conspiración de Maliki contra el Dr. Tareq al-Hashemi, vicepresidente primero de Talabani, sentenciándolo a muerte in absentia abona el camino de un comportamiento totalitario exacerbado y de hostigamiento en todos los niveles de poder. El Dr. al-Hashemi debe de asumir las responsabilidades del presidente para que sea posible un proceso pacífico.

La dimisión del actual gobierno y la formación de un ejecutivo provisional para la celebración de elecciones anticipadas es una solución razonable. Al-Maliki no es capaz de celebrar unas elecciones libres y justas. Desgraciadamente, bajo esas circunstancias Mr. Kobler, el enviado de Naciones Unidas en Iraq, apoya completamente a al-Maliki. Pensamos que no fue imparcial en el asunto de Ashraf, pero la realidad es mucho más lamentable que todo eso.

Martin Kobler dijo al unísono con Maliki que “[…] Algunas consignas de los manifestantes son ilegales y apelamos a que no se utilicen” [6]. Anteriormente, el 10 de diciembre de 2024, Martin Kobler bendijo las declaraciones de Maliki en las que éste negaba cualquier violación de los derechos humanos de los prisioneros iraquíes y la violación de mujeres encarceladas [7] y apeló a la juventud iraquí a no abandonar el país y cooperar con el gobierno iraquí [8].

El Dr. Ahmad al-Alwani, presidente de la comisión económica del parlamento iraquí, afirma que Martin Kobler es partidista y que hay sospechas de que posee conexiones con países de la zona y con determinados partidos políticos. No es imparcial. Si fuera profesional e imparcial debería haberse reunido con los manifestantes en lugar de ponerse en contacto con determinados partidos políticos y expresar su opinión sobre la ilegalidad de las exigencias de los manifestantes [9].

El Dr. Salim al-Jaburi, presidente de la comisión de derechos humanos del parlamento iraquí, afirma: “[…] Naciones Unidas está presente en Iraq y desde hace mucho tiempo hemos presentado informes relacionados con las violaciones de los derechos humanos […] y esto [la inacción] nos lleva a pensar que Naciones Unidas colabora con las políticas que se llevan a cabo en Iraq [10].          

En el informe presentado por los representantes legales de los residentes de Ashraf, que han viajado a Iraq en enero de 2024, se lee: “[…] La UNAMI ha concluido que el desarrollo futuro de Iraq depende de la continuidad del actual gobierno de Nuri al-Maliki. Apoyar a Maliki y protegerlo de cualquier desorden que se pueda evitar es considerado por la UNAMI como la única alternativa para evitar ver cómo Iraq cae en una guerra civil étnica (árabes frente a kurdos) y sectaria (suníes contra shiíes). Desgraciadamente, esta predicción pesimista del futuro del país puede ser acertada. Contrariamente al análisis de la UNAMI, muchos observadores consideran a Maliki el problema, no la solución”.

El Comité Internacional en Busca de Justicia apela a los altos representantes de la Unión Europea, a los ministros de Exteriores de los países miembros y a otros países occidentales a apoyar inequívocamente las demandas del pueblo iraquí y a no permitir la creación de una nueva Siria mediante la indiferencia frente al nuevo dictador de Iraq.

Igualmente apela a que el Secretario general de Naciones Unidas y el Consejo de Seguridad nombre un representante imparcial en Iraq para apoyar el proceso democrático y no un representante que apoya a un dictador.

Alejo Vidal-Quadras

Vicepresidente del Parlamento Europeo

Presidente del Comité Internacional en Busca de la Justicia

 

Notas de los autores y de IraqSolidaridad

1. Véase “Las manifestaciones del viernes ‘No al Engaño’. Maliki: deja de mentir y vete”, 22 de enero de 2024.

2. Véase el documento sobre Pena de muerte y asesinatos extrajudiciales aceptado por el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas, presentado por 200 organizaciones civiles, entre ellas la CEOSI y el Tribunal BRussells. IraqSolidaridad, 11 de septiembre de 2024.

3. Véase “Una nueva víctima mortal por tortura en el Iraq ‘liberado’: un nuevo regalo de Maliki al pueblo iraquí con motivo del Año Nuevo”, IraqSolidaridad, 31 de diciembre de 2024.

4. Véase “Las presas de la Cárcel de Mujeres de Bagdad: entre la sarna y las violaciones”, 23 de octubre de 2024.

5. Véase Dirk Adriaensens, “Crímenes contra la humanidad cometidos en Iraq y no denunciados. Carta abierta a la Alta Comisionada de los Derechos Humanos de Naciones Unidas” 5 de marzo de 2024.

6. Al-Hurra TV, 13 de enero de 2024

7. Véase nota 1.

8. Iraqiya TV estatal, 10 de diciembre de 2024.

9. Al-Bagdad TV, 14 de enero de 2024.

10. Al-Yazira TV, 14 de enero de 2024.

 

*El ISJ, con sede en Bruselas (60 rue Wiertz, B-1047), está presidido por el Dr. Alejo Vida-Cuadras, vicepresidente del Parlamento Europeo y cuenta con el apoyo de más de 4.000 parlamentarios del mundo.










 
 
 
 
 

 
 
 
 
 

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